4.29.2008

Au Revoir

Voy dos metros después con un dardo girando un ciprés con dos manos y dos pies
Voy con los dedos vacíos y con los labios entumecidos también,
Contorneados los costados con los trazos de una aguja de un ciempiés,
Y en la cima va el paraguas cayendo la lluvia en la calva reluciente de aquel señor
Que frente a mi se desliga de su sombrero
“Au revoir” rió con el talón girando hacia la entrada y el sombrero oculto
Lo deposita a la espalda de Marylin cuyo cabello se enreda caótico en pequeños quantums capilares.

Voy con tres flores en cada mano ansiando encontrar tu sonrisa,
Voy con diez joyas carmesí en el bolso,
Y, en caso de no encontrarte sin buscarte, te trazaré con tiza,
Y, al mirarte de frente con tu contorno de tiza,
Me fijaré que no eres tú,
Luego sin regalarte palabras me iré,
Goodbye my darling, otra será la ocasión.

Lo cotidiano

En tus ojos, dos faros relampagueantes,
El óxido de un viento inalcanzable,
La estrella lejana de letras perdidas,
El cabello cayendo entre ramas altas zurcidas,
El tiempo lanzado desde el segundo,
El libro esperando la página que viene,
El labio superior entrando ávidamente entre otros labios,
Los ambages que escribo y trazo con el único fin de evitarte a toda costa
En mi pensamiento y en mis inercias
En mi delirio y en plena coherencia,
Te eludo cual bala que pierde destino
Me escapo de tus tambores y de tus oídos
No, ningún ideal se posará entre tus sienes
A menos que te olvides del instante.

Los caminos se construyen al pasar por ellos,
No hay ley que valga ni siquiera la del clérigo,
Me basta con mirarte atravesándome una espada,
Y allí suenan las sirenas entre el murmullo ensartadas,
Lo posible se reduce, uce, uce, uce.
Las luces se apagan, dependen de la ilusión.

(Des)Creando

Como tu cabello caía cuando reías al darte vuelta desnuda al borde del pretil de hierro del balcón con tus pechos al viento y tus ojos en el vacuo del instante que coincidían con el poema volando entre vaivenes escrito en la hoja arrancada del cuaderno de unos apuntes de física cuántica resultándome todo esto tan bello como una pieza de museo inexplorable aunque sintiendo el atractivo y la necesidad de recorrer el riesgoso nudo de tus labios al encontrarse con los míos entrando tu alma evocada a través de tu lengua,

Como una bala en mi cráneo que entra como un dardo en la corona de un rey de ajedrez que avanza impetuosamente haciendo caso omiso de las sucesivas advertencias jaque mate de los súbditos contrarios sea como sea aquella bala me desintegra poco a poco sin sentirlo sino sufriéndola tal harakiri no sé cómo pero tampoco es cómo sino directamente el sentido literal de la metáfora una pizca de tu lágrima basta para hacer volar a un caracol,

Como el bajo comienza leve y suavemente a destrozar los oídos de los presentes para reconstruirlos a des tiempo reencontrándolos a todos retirándoles de su gran baile de caretas exánimes cotidiano derramando de color hasta los más recónditos rincones de la pequeña habitación donde la trompeta se envuelve en el humo exhalado por los oyentes expulsando sus entrañas desordenando las filas y columnas,

Así es como van pintando cuadros los vagos por la avenida,
Así es como trazan pinceladas los borrachos de la esquina,
Así es como crean las putas, actriz de las actrices, las más sinceras poesías,

De ahora en adelante todo será arte,
Desde un tierno vómito que revela lo digerido hasta un polvoriento e imponente David en el museo del Louvre,
Desde la tasa del water de mi tío hasta un poema épico sobre lo poético de las costumbres,

Claro que le sugiero que no se vaya por las piedras,
Lo humano es arte sólo eso sostengo,
No sea animal mi querido amigo,
Y cómo saberlo no sé eso depende plenamente de usted,
Sólo así usted notará cuán animal se puede llegar a ser.